lunes, 30 de noviembre de 2009

San Cristobal de las Casas

Algo tiene San Cristobal que engancha. En realidad se parece muy poco a México. Está lleno de extranjeros, instalados y de paso, y eso le da una vida especial a la ciudad. Es un lugar con mucha energía.
Llevo acá dos semanas seguidas y me han pasado tantas cosas...

Volver de la comunidad se me hizo un poco extraño. Ya agarras (aquí tampoco se coge, bueno si, pero en otro sentido) confianza con los compas y es duro marchar. Además al llegar a la Junax había muchíma gente y al principio me costó adaptarme al ritmo. Pero he conocido a un grupo de gente (catalanes la mayoría, estoy dando un curso intensivo) que también estaba por comunidades y además hacen teatro, música, no sé, gente muy creativa. También se alojaban acá las mujeres que vinieron a un encuentro internacional contra el machismo y la violencia y sin saber muy bien como, acabé metido de lleno en en encuentro, tanto en la organización como participando.

Ha sido una experiencia muy positiva. He aprendido mucho. Es increible (y muy duro en ocasiones) escuchar de primera mano las experiencias de mujeres que han sufrido directamente abusos, maltratos o violaciones, y como ahn sabido superarlo y convertir la rabia en una lucha. Y lo peor de todo es la impunidad. En este país solamente se denuncian una de cada tres violaciones y el porcentaje de acusados que termina en la cárcel es mínimo. Hay una especie de grupo entre parte del colectivo de taxistas y policías que actúan a sus anchas. El caso de Ciudad Juárez es mundialmente conocido, pero situaciones parecidas se viven cada día a lo largo del país. Y todo con la complicidad de las autoridades que nada hacen por evitarlo.

Mi participación en la organización se ha limitado a hacer fotos del encuentro y ayudar ne lo que se pudiera, pero no se como me he dejado liar y, junto con el grupo de Catalunya he acabado participando en dos pequeñas obras de teatro, con la temática del machismo y la violencia como telón de fondo. Y reconozco que lo he disfrutado mucho, bueno, durante las actuaciones no, más bien al terminarlas.

La segunda de ellas fue increible. Representabamos un cuento al revés protagonizado por una cecicienta que descubre que su principe azul no es tan perfecto como creía y muchos personajes ibamos apareciendo en escena para desmontar las historias tipicas en clave de humor. Yo fui el hombre de hojalata.
La obra se hizo el día mundial de las mujeres, después de la marcha y en mitad del zócalo que estaba repleto de gente. Casi me da algo de los nervios. Ahora hay gente que me reconoce por la calle, de coña.

No sé, son cosas como estas las que hacen que San Cristobal enganche. Es muy fácil integrarse en la vidilla social de la ciudad. Hay infinidad de actividades sociales y culturales. Al final es casi como un pueblito y después de particpar en alguna de ellas terminas por conocer a gente, que te presenta a otra gente, que te presenta a otra gente...

Eso si, no todo es activismo de cualquier tipo. La mezcla de gente hace que sea una de las ciudades con más marcha de todo el país. Pero ahora ya estoy con ganas de marcharme, de desconectar. Viajando solo tienes muchos momentos para ti, y acá es muy dificil, lo echo de menos. Estoy desenado salir de nuevo para comunidades, de hecho salgo mañana mismo y no sé cuando volveré a comunicarme, asi que aprovecho para despedirme hasta dentro de un par de semanas.

1 comentario:

  1. Muy buen comentario, recibe un abrazo solidario, que bueno que te guste san cristobal, ya fuimos pescados por esta ciudad real.

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