miércoles, 18 de noviembre de 2009

La vida en comunidad

Si algo nos quisieron dejar claro en los talleres de Madrid, es que la experiencia en las comunidades depende de cada uno. Eso es algo que he intentado tener siempre presente durante mi estancia en Cruztón.

La gente de la comunidad lleva más de dos años recibiendo observadores cada 15 días. Algunos hablar regular el español , otros son muy reservados, con otros hacen amistad, según sea cada quien. Lo que no se puede esperar es que te vengan a recibir y a interesarse por ti desde el primer momento porque también dentro de la comunidad hay gente para todos los gustos.

El segundo día tuvimos una reunión con el comité. Me explico. Las comunidades están organizadas de la siguiente forma (hablo solo de los que son compas, es decir, zapatistas, bases de apoyo o pertenecientes a la otra campaña): Existe un agente municipal, que es digamos el lider de la comunidad, elegido entre todos por tiempo indefinido. Cuando quiere dejarlo o piensan que debe hacerlo, se vota y cambia. Y luego está el comité, formado por otros ocho compas, igualmete elegidos.

En dicha reunión nos explicaron nuestras normas u obligaciones. Nos debíamos turnar para acompañar siempre alguno a los dos compas que hacen guardia. La guardia (la de día) consiste en un pequeño puesto de vigilancia que hay en la única entrada por carretera (por decir algo) que existe. No se permite la entrada a nadie desconocido sin previa identificación. Aunque ahora esté bien tranquilo, los compas se cuidan mucho. La guardia de noche está en un cerro elevado desde donde se ven todos los acesos y la realizan ocho compas, suben a dormir al cerro, sortean el orden y se relevan cada hora.
Además existen unos límites que no debemos traspasar si queremos pasear por la zona. Las demás dudas que nos surjan hay que preguntarselas al agente municipal.

El resto del tiempo queda libre para hacer lo que queramos. Ese tiempo es el que va a marcar tu experiencia en comunidad.

En mi caso intentaba pasar el mayor tiempo posible con los compas. Platicando, como dicen ellos, acompañandoles al trabajo en los cultivos, subiendo a dormir al cerro para hacer la guardia...lo que sea.

Al principio cuesta entenderles cuando hablan y también adaptarsea su ritmo, pero poco a poco nos fuimos cogiendo confianza y la segunda semana ha sido realmente provechosa. He aprendido a hacer pan, a trabajar la milpa, recolectar el frijol. He ido a pasear a caballo, dar sal al ganado, hacer tamales...Pero sobre todo me he sentido plenamente integrado en la comunidad.

De hecho, a medida que pasaban los días me sentía mucho más cercano a los compas que a los otros dos observadores que vinieron conmigo. No sé, creo que al final ellos me tenían un poco de manía porque los compas me invitaban a sus casas a comer, tenían bromas conmigo o me sacaban a pasear a caballo, me venían a buscar para ir a la milpa...

Todo influye. Cuando acordamos los turnos de guardia nadie quiso el primero y mas largo, de las seis de la mañana a las nueve. Me ofrecí voluntario para obligarme a levantarme temprano a aprovechar el día porque a partir de las siete todos se recogen. Además, al ir primero siempre me conocían antes y era más facil que me contaran historias de la comunidad y los momentos de tensión etc..Luego ya lo habían contado y estaban menos habladores. Aunque yo también soy muy preguntón (debe ser lo que me queda del periodismo).
Al realiyar el turno más largo, automaticamente hacía luego el más corto, el último, de cuantro y media a seis. Y así tenía todo el día para libre.

No entendí como ninguno quiso cambiar nunca.

El caso es que mi experiencia ha sido increible, también hubo un suceso (que cntaré más adelante) que creo que influyó definitivamente, pero sin poner mucho de tu parte es dificil llegae hasta ellos.

Creo sinceramente que lo conseguí, como ellos han llegado a mi. Mucho más de lo que podía imaginar. Estoy invitado a pasar las navidades allá. Por mi cuenta, sin necesidad de ir como obsevador por la Frayba. Y a acompañarlos en noche vieja y año nuevo a la fiesta de aniversario en el Caracol de Oventik, donde acudirán representantes de todas las comunidades y buena parte de la comandancia del EZLN. Y voy a ir, claro que voy a ir.
Solo me queda decidir en que casa voy a cenar.

1 comentario:

  1. reimon, no es envidia esto que siento, es sarna! Pero pica con gusto y se disfruta leyendote.
    Adelante! siempre adelante!

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