lunes, 15 de febrero de 2010

Brigadas de Observación de DDHH en Agua Clara


Agua Clara es una comunidad situada cerca de la selva. Hay muy poquitas familias zapatistas (apenas unas cinco) y el resto son Priistas. En la zona hay un balneario llamado El Salvador que está gestionado por los zapatistas y alhí es donde se da el conflicto con la parte priista.

Los priistas han montado una caseta de cobro para los turistas a dos kilómetros de la entrada al balneario y cuando los turistas llegan y se les pretende cobrar, siempre hay algún malentendido porque ya les cobraron previamente.


Desde el caracol de Morelia, la junta manda grupos de 20 compas que van rotando cada semana para vigilar el balneario, gestionar el hotel, la tienda etc...


Salimos desde el caracol y cuando llegamos al desvío nos estaban esperando los compas para acompañarnos hasta allá. Los priistas debieron verles pasar y cuando bajabamos hacia el balneario, al `pasar por la castea de cobro que tiene ellos montada estaban espereandonos unas treinta personas. Querían cobrarnos la entrada como a turistas y uno de los compas que nos acompañaba les dijo que no pagábamos, que no estábamos de turismo. Ahí fue donde vivmos un pequeño momento de tensión ya que se pusieron violentos verbalmente.


Comenzaron a rodearnos a increparnos diciendo que no querían gringos allá, que sólo veníams a traer problemas y que esas tierras eras suyas etc...

Unos d elos compas trató de explicarles pero se volvieron contra él a insultarle, a decirle quien era su mujer, su hermana etc...


Los compas insitían en que no pagáramos, pero para evitar que la cosa se puesiera más tensa decidimos pagar la entrada (de apenas un euro) y así nos dejaron seguir sin mayores problemas, salvo algún grito de regresense a su país y cosas por el estilo.

Tampoco teníamos muy claro si habíamos hecho bien pagando, pero luego los compas nos lo agradecieron para evitar problemas. Más que nada porque eran tres compas y los priistas un chingo.


En esas situación es donde realmente te das cuenta de la calma tensa que existe en muchas de las comunidades zapatistas.


Luego, la estancia en el balneario es sorprendente. Estás alojado en un hotel, con los veinte compas que mandan del caracol, durmiendo en cama, con una cocina de gas enorme y en mitad de un sitio increible. La zona es preciosa, con un río de agua azul turquesa donde te puedes bañar cada día...


Bajan a visitarte los compas que viven en la pequeña comunidad cercana para invitarte a visitarles. Un sábado bajaron las mujeres para invitarnos a participar en la misa que celebraban al día siguiente. La experiencia siempre es muy positiva pero ningno aguantamos toda la ceremonia. No sabíamos muy bien en que consistía y después de más de dos horas de misa en Tzeltal (el idioma de allá) nos fuimos retirando discretamente. Luego hablando con los compas nos contaron que dedican toda la mañana del domingo a la celebración. La parte del principio en la que cantan resultó muy entretenida pero después se hizo muy pesado.....


Al final, si nos es por el pequeño incidente de la llegada parece que estés de vacaciones. De hecho a veces se dan situaciones curiosas porque llegan turistas al balneario a pasar un par de días y tú tienes que hacerte pasar por turista también y los compas luego se rién mucho de las mentiras que cuentas. En general se ríen mucho de cualquier cosa que hagas. Tiene que ser curioso para ellos compartir una semana con nosotros. Me imagino a los compas contando anécdotas de nosotros cuando regresen a sus comunidades y riéndose a gusto.


De todos modos, se echa de menos el vivir dentro de una comunidad. La experiencia de vivir con ellos en su entorno, compartiendo su día a día resulta mucho más enriquecedora.

2 comentarios:

  1. malditos priistas... son unos ¿chingones? pues eso...
    besos y abrazos fuertes desde los fines de semana naranjitos...

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  2. Chingones no!! hijos de la chingada!!

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